REVERSOYDERECHO CLUB DE LECTURA 2012

3. LA TIERRA Y EL TERRITORIO -DESARROLLO SOSTENIBLE-


LA TIERRA Y EL TERRITORIO
-DESARROLLO SOSTENIBLE-
Imagen del Cosmos
Juan de Santa Cruz Pachacutic Yamqui Salcamayhua
Relación de antigüedades del Reyno del Perú
Altar mayor del templo del Sol, Curicancha, Cuscu

3.1. La Tierra

El término tierra, en español, tiene varias acepciones, las cuales incluyen al planeta entero y el fragmento de suelo sobre el que se asientan los seres naturales y espirituales, y dónde el hombre desarrolla civilización. En su justa medida, las dos acepciones de tierra se refieren a lo mismo, aunque partiendo de puntos de vista distintos, atendiendo al todo y la parte. En español la palabra Tierra, que designa al planeta, desconoce que el planeta, en más de un setenta por ciento, es de agua y que las partes secas de su superficie dependen del ciclo del agua en todo sentido para existir.

La palabra tierra proviene de una voz latina, terra, que a su vez provendría de la raíz indoeuropea ters que designa lo seco, es decir, lo opuesto al agua por sus propiedades. La tierra, por tanto, es una parte de un sistema más grande que es de agua, por lo menos en su superficie. Planeta Agua, planeta de seres acuícolas, terrícolas y anfibios, naturales y espirituales como la energía, que interactúan en ciclos vitales inexplicables con la sola razón científica, pero  develados por intermedio de los mitos y sueños.

La Tierra es el planeta que sustenta toda realidad conocible por el hombre, que a su vez es un sinnúmero de realidades tan distintas como los seres naturales y espirituales que coexisten con el hombre, desde su aparición hasta su muerte definitiva en los registros del tiempo. La Tierra es, en este sentido, el hogar de todas las criaturas naturales y espirituales, y más allá de su sentido literal, designa ya, desde el principio una totalidad abrumadora de agua, tierra, cielo, infra-mundo, supra-mundo y mundos posibles del Sueño.

3.1.1. Gea.

 Antes del mundo, antes de todo, el cosmos para los griegos era un caos (Hesiodo), un verdadero infierno del cual sale el hombre mediante la civilización, buscando un refugio a su medida y más, de la misma forma en que Adán y Eva deben concebir un nuevo Paraíso a semejanza del perdido, pero hecho con sus manos. Hesiodo cuenta que  tras el Caos surgió Gea, la de anchos pechos, quien fecundada por Eros engendró a Urano, el cielo, que a su vez la cubrió y fecundó, de cuyo incesto  nacieron los uránidas, titanes entre los cuales estaban Océano y Cronos. Urano, que odió a sus hijos desde el principio, los devoraba sin compasión, pero Gea, los exhortó a la rebelión:

Vosotros, ¡hijos!, que habéis nacido de mí y de un iracundo […] nos vengaremos del ultraje criminal de un padre, aunque sea vuestro propio padre pues ha sido el primero en planificar obras vergonzosas[1].

Cronos lideró la venganza, y cuando Urano quiso penetrar de nuevo a Gea, lo castró con una hoz, arrojando sus órganos sexuales al mar, de donde nació Afrodita.

Pero Cronos hace lo propio con sus hijos alertado por una diatriba de Urano, que le había prefigurado un futuro igual al suyo, derrotado por sus propios hijos. De los hijos que Cronos tuvo con su hermana Rea, Zeus sobrevivió de ser devorado oculto en una gruta en Creta, de donde emergió para enfrentar y derrotar a Cronos, obligándolo a vomitar a sus hermanos devorados. Una vez derrotado por Zeus, Cronos es obligado a retirarse a la isla de los bienaventurados, mientras Zeus estableció una división sabia del poder, un pacto social para conjurar las futuras guerras por el poder entre los dioses.

De Gea nacen  Océano, de profundas corrientes, Ceo (Inteligencia), Crío, Hiperión (Observación), Jápeto (padre de Atlas y Prometeo), Tea (Visión), Rea (Fertilidad, madre de Zeus), Temis, la del buen consejo (Ley natural), Mnemósine (Memoria), Febe (Intelecto), de áurea corona, la amable Tetis (Mujer amiga) y Cronos.

3.1.2. La Diosa Madre.
 La visión de Gea, nacida del Caos, como Madre primigenia, es la visión de una diosa de la fertilidad, de la fecundidad, quien por intermedio de Eros, creó a los dioses griegos, cuyas características han permeado el pensamiento contemporáneo a través de la amalgama de civilización llamada Occidente. Esta Gea es la abuela de Afrodita, diosa de la fertilidad, del amor, del sexo, la fecundidad y la reproducción, hija de los órganos sexuales de Cronos, hijo y amante de Gea.

La Diosa Madre es una mentalidad-espiritualidad recurrente entre los diferentes tipos de civilización humana, y tiene que ver con el principio generador femenino, principio de fertilidad, de reproducción y abundancia, tan presente en el pensamiento griego como romano, andino, chino o africano. Las representaciones primigenias de diosas de la fertilidad son muy antiguas, pues al parecer en los albores del tiempo el papel primordial de lo Femenino dentro de un grupo humano, no sólo era simbólico sino real. El Matriarcado marcaba no sólo la supervivencia de la especie a través de los partos, sino las directrices, pensamientos, mentalidades y prácticas cotidianas y festivas. El Matriarcado era una actitud de especie ante la vida (política), pues además de contener la clave de la regeneración de la especie, la mujer simbolizaba a la misma naturaleza creadora de vida.

Las imágenes más antiguas encontradas nos revelan la primacía de la mujer, ya que las imágenes parecen obedecer a patrones de femineidad exaltada, no como objeto de contemplación erótica masculina, sino como objeto simbólico-ritual-material de la primacía femenina.

3.1.3. Sexualidad femenina a principios de la época histórica. Orgías sagradas con falos, con animales[2]

Según distintos versiones, la sexualidad en la Prehistoria estaba mucho más desarrollada en la mujer que en el hombre. Lo evidencian algunos rituales religiosos sagrados femeninos, que a pesar de que eran secretos, han llegado a nuestro conocimiento. Se sabe, verbigracia, qué las prácticas orgiásticas femeninas de las fiestas eran rituales  sagrados que formaban parte de los misterios tras las siembras y cosechas, siempre en honor de las grandes diosas madres, diosas lunares como  la propia Gea, Demeter (diosa madre, literal) o Ceres.  Dichos rituales consistían en un festín femenil en el que sólo intervenían mujeres, presididas por una sacerdotisa Orgiasta, en el que se cometían excesos y se hacían libaciones de bebidas embriagadoras en ánforas ceremoniales. Se podría deducir en qué consistían los cultos orgiásticos por el hecho de que en los hallazgos arqueológicos se encuentran falos y antropo-falos llevados por las sacerdotisas.

En relación a las mismas, afirma Cristina Frade: “De hecho, la masturbación (femenina) está ampliamente documentada como ritual religioso en textos sumerios y del antiguo Egipto […] En algunos casos, como el de los «bastones» fálicos de Dolní Vestonice y otros numerosos yacimientos, la similitud de forma y tamaño con los vibradores modernos es tan asombrosa «que sería poco sincero eludir la interpretación más simple y obvia», dice Taylor.” Y en cuanto a ello, comenta J. Campbell: Aunque […] arqueólogos extraordinariamente bien cualificados simulen que no pueden imaginar qué servicios podían haber prestado”…”sabemos bien qué servicios prestaban tales imágenes en los períodos inmediatamente posteriores…”.

Y así la palabra “Orgía” se referiría a las prácticas de auto-estimulación que realizaban las mujeres, como representantes de la Gran Diosa Lunar en la Tierra para transmitirle, por el principio de semejanza o Magia homeopática (Frazer, 1944)[3], la fertilidad. Estas prácticas han sido llevadas a cabo por sacerdotisas de diferentes cultos en todo el mundo antiguo y contemporáneo.
 
3.1.4. La Diosa Madre en el pensamiento Andino y Americano.

El principio de fertilidad en los pueblos andinos y americanos es primordialmente femenino, como en la mayor parte de los pueblos del mundo, pues es la Mujer quién posee la clave de la existencia y la única que puede dar a luz, tal como la tierra da sus frutos. Así, desde la Tonantzin, diosa Azteca de la fertilidad o literalmente Nuestra Verdadera Madre, hasta la Virgen de Guadalupe, hablamos de la misma Gea, Afrodita y Demeter como figuras representativas de las fuerzas germinantes del mundo. Así la Pacha en el mundo andino, asociada a la madre por uso común e indiscriminado, significa el principio femenino y masculino de la creación, como la totalidad del espacio y el tiempo, como la tierra y el cielo, como madre-padre donde existir, como Pacha Mama, como deidad de la tierra y la fertilidad a la cual se invoca y recurre para lograr prosperidad en las cosechas.



Hay que partir desde estas visiones para lograr un enfoque intelectivo distinto para abordar un estudio del derecho Agrario y Ambiental, pues ante todo, estas especialidades del derecho tienen que ver con el entorno ecológico y ecosófico en el que viven y mueren los seres humanos, compartiendo junto a otras criaturas.

La Tierra es, por tanto, la Generadora de Todo, dentro del pensamiento dual que envuelve todas las civilizaciones, incluso occidente con el manejo de la dialéctica, los conceptos de razón y mito, verdad y mentira, legal e ilegal. Esa fuerza totalizadora, que no es solamente una porción de superficie terrestre, sino un cúmulo de energías y seres del pasado (tiempo de adelante, primero) y del ahora (tiempo de atrás, segundo).

3.2. El territorio.

El territorio es un concepto mucho más amplio que una porción geográfica en cabeza de un Estado, Comunidad o individuo para su hábitat y explotación económica. El territorio no se define como un pedazo de tierra, delimitado en un mapa y defendido por principios jurídicos e instituciones administrativas y militares, sino por su carácter totalizador. En el territorio ocurre la vida colectiva e individual del ser humano y miles de otras criaturas, desde insectos, plantas hasta espíritus tan reales como las aguas que moldean su faz.



3.2.1. El territorio como concepto geográfico

El territorio es abordado como uno de los conceptos fundamentales dentro del estudio de la ciencia geográfica, pues él es el concepto que aglutina otros como  paisaje región, espacio y lugar. Desde la tradición eminentemente física, el territorio es la porción de superficie terrestre que interactúa entre la litósfera, la atmósfera y la hidrósfera. A estos cimientos iníciales, la Geografía ha incorporado otras variables que hacen más comprensivo el concepto de territorio como  hábitat vital, comprendiendo que la porción de superficie definida como territorio tiene relaciones  de todo tipo con otros territorios y seres, fuerzas y energías de todo tipo que interactúan en él de muchas formas, diferenciándolo de otros territorios pero uniéndolos como un todo llamado planeta.

3.2.2. El territorio como concepto político.

Desde el punto de vista político, el territorio es aquello donde una determinada población humana, diferenciada de otras por distintos factores, realiza su proyecto de vida; además de servir de referente y reafirmación de su singularidad, pues el territorio no sólo determina proyectos de vida humanos, sino que los vuelve únicos respecto a otros en territorios distintos. El territorio es, para los pueblos y los Estados, uno de los componentes del poder. Una pueblo, una nación, un Estado, en tanto poseen territorio son más poderosos que otros, o porque tienen territorios menores (y por ello con menos recursos naturales para entrar en la dinámica del comercio) o porque no tienen territorio por ocupación violenta, sistemática e invasiva.

3.2.3. El territorio como concepto jurídico.

El territorio, como concepto jurídico, está ligado a su función política de determinar relaciones de poder por pertenencia y administración. Jurídicamente un territorio es el espacio físico donde una determinada organización jurídica-administrativa tiene sus alcances coactivos. El territorio se define, así, como jurisdicción y límite.

3.3. Desarrollo sostenible.

Como es costumbre en el tipo de civilización que nos tocó, el concepto de desarrollo sostenible es, ante todo un concepto económico, que pretende viabilizar, mediante estrategias “integrales”, la sostenibilidad de la economía de mercado, siendo esta una economía basada en las ideas de progreso y desarrollo, que gráfica y realmente son lineales e infinitas, operando en un planeta finito y circular.

Tanto la idea de desarrollo como de progreso actúan como mecanismos mágicos de encantamiento, que tras sembrar las ideas de bienestar y comodidad a partir de los avances tecnológicos, dejan andando mecanismos que operan infinitamente dentro de un planeta que es finito, es decir, un sistema cerrado que NO puede ser explotado infinitamente sin llevarlo al colapso, con las basuras  y residuos tóxicos.

3.3.1. Las ideas de progreso, desarrollo y evolución.

Las ideas de progreso, desarrollo y evolución son conceptos extraídos del razonamiento matemático, que, en primer lugar, indican un ir de un punto a otro, que se considera mejor bajo el siguiente esquema amparado en un plano cartesiano: 

Estos pensamientos, concebidos bajo la mirada inescrupulosa de los economistas, significaron necesariamente la progresión geométrica de los bienes y productos de consumo (y las basuras) para una población que, mediante planes dirigidos siniestramente por mentes enceguecidas por la ambición, aumentó proporcionalmente para mantener en funcionamiento un aparato productivo desbordante. No es para nada coincidente que, cuando las máquinas entraron a funcionar incrementando descomunalmente el número de productos en las fábricas, fue necesario el aumento de la población humana (consumidores) para que las industrias no colapsaran. Este esquema, que desbordó ya todos los límites, pues hoy en día existe una población humana de más de seis mil millones de personas, la mayoría de ella en estado de indefensión ante los señores del comercio, que, en un movimiento estratégico, han condicionado la civilización para mantener altos niveles de producción de basura, pobreza y sumisión.

Las ideas de desarrollo, evolución y progreso han sido las trampas mediante las cuales la inmensa población humana permanece subyugada a mentalidades desquiciadas que convierten al planeta en un basurero, mientras se llena los bolsillos de desquiciados empresarios y dirigentes suicidas, que bajo ninguna medida ni parámetro piensan en los otros seres humanos, contemporáneos o venideros, menos aún en aquellos seres  no humanos que desaparecen aplastados por las banderas del progreso, discurso que, entre otras cosas, donde no cala, es impuesto mediante el uso del aparato militar e ideológico inyectado por la propaganda mediática.

3.3.2. Entrampados.

El sueño americano  es el paradigma por excelencia de las ideas de progreso, desarrollo y evolución que se han defendido por los economistas de los países subyugados por la economía de mercado imperante. Este entrampamiento es, por sobre todo, el hurto de las mentalidades que consideraban la tierra y territorio como algo más que mercancías con valor de cambio. Pensamientos mucho más “atrasados” comprendían que la tierra y el territorio eran mucho más que simples cosas, apropiables y explotables infinitamente por dinámicas que, entre otras cosas, también usurparon el tiempo, que no hasta hace poco no era oro, sino tiempo.
           
Entrampados, nos han robado el pasado, que lo vemos atrás, a nuestra espalda; nos robaron el presente, que existe sólo en función de trabajos alienantes para conseguir productos, bienes y servicios cada vez en mayor cantidad y con menos utilidad práctica; nos robaron el futuro, que no sólo nunca llega, sino que no existe, convirtiéndose en el lugar común con el que políticos inescrupulosos engañan a las personas.

Bajo otras miradas del mundo, el pasado no está a la espalda ni es para olvidar o inferior: el pasado es el tiempo de adelante, el primero; y el presente es ya el futuro, no una ilusión, sino una realidad en permanente construcción, siempre mirando hacia adelante.

Las primeras acepciones de sostenibilidad, eminentemente economistas, apuntaba a que se trataba de condiciones óptimas para mantener funcionando la máquina del mercado, con procesos de retroalimentación, garantizando tasas de crecimiento a mediano y largo plazo. Es decir, incrementar los mercados y los consumidores.

Cuando “surge” el tema ambiental en los años 80 del siglo 20, la sostenibilidad cambio de ser un concepto de la producción a la del desarrollo, es decir, saltó de una esquina a otra del mismo barrio. La idea de desarrollo sostenible habla de perpetuar el modelo de civilización que tenemos (capitalista, científico-racional, materialista y productor de basuras) “minimizando” los daños al medio ambiente, cosa que, si miramos el sistema desde una distancia considerable y sin apegos sentimentales a las “comodidades” de la vida moderna, es prácticamente imposible con una población humana disparada a límites inverosímiles, con procesos de producción y consumo basados en la explotación sin medida de recursos no renovable y adicta al petróleo.


[1] SAFRANSKI. Óp. Cit. Página 18.
[2] Corregido y aumentado sobre un texto tomado  de http://www.elciudadano.cl/2009/11/29/imagenes-y-sexualidad-femenina-desde-la-epoca-arcaica/. En Reversoyderecho.blogspot.com
[3] La Magia, según Frazer, es una dualidad de magias. La Ley de la magia es la Simpatía y la Parasimpatía, bajo dos formas principales 1) La Magia Homeopática, regida por la ley de semejanza (como es arriba es abajo, como es la tierra es la mujer). 2) La Magia Contaminante, regida por la ley de contacto (tomar partes del cuerpo de alguien, por ejemplo pelo y uñas, para descargar fuerzas sobre él).  La Magia puede ser teórica (a manera de ciencia nómade, exógena, ilegal) y práctica (como arte, sueño, mito) manifestada en la hechicería (magia positiva) y el Tabú (magia negativa, principio de derecho).

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